Sierra Leona hizo historia este viernes al aprobar por votación parlamentaria la abolición de la pena de muerte y sustituir el máximo castigo imponible por la cadena perpetua.
«Sabemos la historia de la pena de muerte en este país. Alguna gente fue objeto de la pena de muerte erróneamente y después fueron encontrados no culpables», dijo Anthony Brewah, Fiscal General y ministro de Justicia de este país del África occidental, durante la sesión parlamentaria en la que se aprobó la medida.
Poco después de la unánime votación a favor, el presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, celebraba la noticia a través de sus redes sociales.
«Hoy he cumplido la promesa de gobierno de abolir permanentemente la pena de muerte en Sierra Leona. Agradezco a los ciudadanos, miembros del Parlamento, socios (en materia) de desarrollo y grupos de derechos que estuvieran firmes junto a nosotros para hacer historia», afirmó en Twitter.
El fin de la pena de muerte, que quedará en firme una vez el presidente firme la ley y se promulgue, era una reclamación reiterada de grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW), que la criticaban por ser contraria a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Aunque hacía años que no se realizaban ejecuciones, sí que se seguían emitiendo penas capitales.
De acuerdo a datos de Amnistía Internacional, solo en 2020 se emitieron 39 condenas de muerte y en el año precedente se habían dictado 21.
El máximo castigo aplicable a partir de ahora, para los delitos más graves, como asesinatos o traición, será la pena de prisión de por vida.
Con esta medida, Sierra Leona sigue la senda de otros países africanos, como Chad o Malaui, que en los últimos tiempos se sumaron a la abolición de la pena de muerte.
Fuente: EFE