Roberto Galeano, director de dos colegios del área rural de San José de los Arroyos, en el departamento de Caaguazú, que había sido designado para estar al frente de la supervisión pedagógica de San José y Nueva Londres con sus rubros de director de dichos colegios, intentó asumir el cargo a escondidas, pero las dos comunidades educativas no le permitieron.
El reclamo de los afectados no es que el mencionado docente asuma como supervisor, sino que si eso se llega a efectivizar ambos colegios se quedarán sin sus rubros de director. El docente había presentado su renuncia a ese nuevo cargo para poner fin a una fuerte reacción de los afectados que se tradujo en una serie de manifestaciones que se extendieron por un lapso de 7 días.
La eventual posesión de cargo fue considerada por referentes de las instituciones afectadas como “una puñalada por la espalda” infligida por el mencionado docente y el director educativo departamental, Elvio Chávez.
El 18 de agosto pasado, luego de casi 7 días de movilizaciones, se creyó que fue restaurada la paz en los colegios nacionales Cristo Rey de Arazapé y Tte. Luis Alberto Dacak de la colonia Dacak, que se encontraban literalmente en pie de guerra debido al nombramiento de Roberto Galeano, director de ambas instituciones, como encargado de despacho de la Supervisión Técnica Pedagógica que abarca San José de los Arroyos y Nueva Londres.
Ese día, Galeano remitió una nota al director departamental de educación, Lic. Elvio Chávez Rivas, en la cual pedía que se deje sin efecto el nombramiento en busca de la paz en dichas comunidades educativas.
“Tengo el honor de dirigirme a usted, en mi carácter de encargado de Despacho de la Supervisión de Apoyo Técnico Pedagógico, distrito de San José de los Arroyos y Nueva Londres por resolución Nº 478 de fecha 6 de agosto de 2021 y Resolución N° 491 de fecha 10 de agosto de 2021, así también como director y catedrático en el Col. Nac. Tte. Luis Alberto Dacak y Col. Nac. Cristo Rey del distrito de San José de los Arroyos, a objeto de poner bajo su consideración mi renuncia a la designación al cargo de supervisor de Apoyo Técnico Pedagógico”, decía la misiva en su primera parte.
“El pedido obedece a la necesidad de buscar una salida que lleve a la paz en la comunidad educativa a raíz de la situación que ha acontecido y tras los diferentes momentos en que se ha conversado con la comunidad educativa. En ese sentido, solicito se deje sin efecto la normativa mencionada en el presente documento por el cual se me designa encargado de Despacho de Supervisión Educativa de los distritos de San José de los Arroyos y Nueva Londres”’ agregaba la misiva.
El director departamental de Educación inmediatamente puso al tanto de aquella renuncia al Ministerio de Educación y Ciencias. Esa paz de la que hablaba Roberto Galeano hace dos meses atrás ahora nuevamente quedó rota y los afectados ya anunciaron que continuarán con las acciones para impedir que los rubros de director de los dos colegios sean trasladados a una supervisión.
Según expresaron referentes de las comunidades educativas, ahora se dan cuenta de que aquella renuncia fue nada más que una jugarreta de Galeano y Chávez para ganar tiempo y luego reactivar el nombramiento y hacer la posesión de cargo. Ahora Galeano se habría convertido otra vez en el docente intransigente que fue antes y, según una fuente fidedigna, habría expresado que a él “no le importa quedar mal con los de abajo si está bien con los de arriba”.