Con mirada angustiada y una mano en el pecho, don Benicio Escobar hablaba con sus vecinos en el
interior de un camposanto. “Dejemos en manos de Dios, que no nos gane el temor”. La frase, que es
un intento de ánimo, suena sin embargo con un tono atormentado. Y no es para menos. En el distrito
3 de Febrero de Caaguazú, el pánico hizo su morada. Allí, un “trabajito” de lo que sería un payé dejó
espantado al rollo.
De uno de los panteones del cementerio desapareció una cruz. Los afectados comenzaron una
búsqueda por el camposanto. Tras un intenso recorrido, encontraron el metal en un panteón vacío,
junto a una caja de zapatos.
Al abrir la caja se encontraron con al menos 55 fotografías, todos atadas a un hilo negro, de pobladores de la zona con sus nombres y descripciones. Allí nomás el susto corrió por las venas y salió por los ojos de cada uno de los presentes
“La cruz de mi mamá desapareció y comenzamos a buscar y encontramos en un panteón vacío en muna cajita de zapatos. Y esa cajita encontramos llena de fotos, unas 55 fotografías con nombres”, dijo don Feliciano, otro de los que se llevó el susto de sus vidas.
“Había fotos de mujeres, de niños. No sabemos cual es su intención. Seguramente son practicante de algo”, dijo don Benito,quien trató de calmar a las personas que se mostraron bastante preocupadas con lo sucedido.
Lo cierto es que en el distrito 3 de Febrero se viven momentos angustiantes y esperan encontrar una respuesta pronto a este suceso que conmovió a todos.
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