Prácticamente las mismas palabras utilizaron todos los rugbistas para pedir disculpas, diciendo que no hubo plan de matar y que están arrepentidos. Algunos con “llantos” y otros muy a regañadientes. Los padres no creen en las expresiones de los acusados.
“Es tarde para pedir disculpas, no voy a recuperar a mi hijo. Me es indiferente. Ninguno me miró a la cara y que se pusieran a llorar no me conmovió, mataron a mi hijo”, dijo doña Graciela Sosa, madre de Fernando Báez Sosa a la salida del Tribunal de Dolores, después de escuchar a los acusados.
Agregó que extraña muchísimo a su hijo y que le duele en el alma lo que le hicieron. “Esta vida que tengo ya no es vida”, afirmó.
Por su parte, Silvino Báez, papá de Fernando, tampoco se mostró convencido con el guionado pedido de disculpas de los ocho acusados.
“No les creí, fue muy actuado. Es muy fuerte que maten a tu hijo y después vengan a pedir perdón. No les veo sinceridad”, afirmó el señor Báez.
La Fiscalía solicitó prisión perpetua para los acusados y en sus alegatos, detalló la participación que cada uno tuvo en el brutal crimen. Por su parte, Hugo Tomei, defensa de los procesados, solicitó increíblemente la absolución de los jóvenes, porque considera que no se probó el hecho.
Fernando Báez Sosa, hijo de paraguayos, fue brutalmente asesinado por varios jugadores de rugby a la salida de una discoteca en enero del 2020. Le propinaron puños, pero principalmente patadas, pese a que el chico ya estaba derrotado en el suelo.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz son los acusados.
El más complicado de los ocho es Máximo Thomsen, quien le dio la patada final a Fernando y le causó un paro cardíaco por shock neurogénico, debido a un traumatismo de cráneo.
Los cuantiosos videos dentro y fuera del bar, las declaraciones y el hallazgo de los peritos en los calzados de Máximo Thomsen, incriminan más que a nadie al rugbista en el asesinato de Fernando Báez Sosa.
La huella que quedó marcada en el rostro de Fernando pertenece al calzado de la marca Cyclone de Máximo Thomsen. Además, en los bordes del champión se encontraron restos de sangre de la víctima.
Fuente: HOY