FILADELFIA. Al mediodía fue presentada la 39ª edición del Rally Dakar, que el próximo año pisará por primera vez territorio nacional, partiendo desde Asunción hacia la Provincia del Chaco, Argentina.
Del acto participaron el ministro de Deportes Víctor Pecci, Carmen Silva de la Secretaria Nacional de Turismo (Senatur), gobernador de Boquerón Edwin Pauls, intendente de Filadelfia Holger Bergen, el piloto paraguayo Nelson Sanabria y referentes locales del deporte.
Tanto Pauls como Bergen valoraron la presencia del ministro Pecci, para reclamar más información sobre el importante acontecimiento, para dar participación a las distintas instituciones y evitar dificultades, que pueden generar a nivel local en la previa como durante la competencia. Pauls deseó el éxito al Rally Dakar, porque mueve el turismo y mucho dinero “y que sea beneficio más que otra cosa”.
Carmen Silva habló de un evento mundial que explora los territorios más bellos del planeta y significa un honor para el país tenerlo el próximo año aquí, esperando un flujo turístico de 5.000 personas que entran por el Rally Dakar al país. “Entonces es muy importante desde el punto de vista turístico, a demás de promocionar el país”, dijo.
El ministro Pecci destacó que el Rally Dakar es el evento deportivo-turístico más importante que se ha traído al Paraguay en toda su historia, mientras el piloto paraguayo acotó “que es algo muy grande, se va a ver en el mundo a Paraguay”. La conferencia de prensa fue organizada por la Secretaria de Deportes, que no abrió ningún espacio para preguntas a los medios de comunicación presentes.
Entre 1978 hasta el 2007 el Rally Dakar se realizó principalmente en África, pero por una creciente ola de críticas y amenazas, por accidentes, muertos y la acusación de penetrar en culturas autóctonas africanas, los organizadores lo trasladaron a partir del 2009 a Sudamérica.
En el 2007 el diario vaticano “L’Osservatore Romano” habló de una “huella de sangre”, que cada año deja a su paso el Rally Dakar y se alarga de año a año sobre la ruta de la carrera, con un innegable componente de violencia, que pretende exportar modelos occidentales a ambientes humanos y ecosistemas que tienen poco en común con esto. Estadísticas dan cuenta que desde 1979 el Rally Dakar cobró la vida de por lo menos 65 personas, en forma directa o en su inmediato entorno, entre ellos también niños y mujeres.
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