Esta es la historia de doña Alicia Escurra, una mujer que en ocasiones deja sus tierras en Caaguazú para vender sus hortalizas, fruto de un duro trabajo de cultivo, en la capital cuando la oportunidad de hacerlo se le presenta.
«Tengo una hija que estudia medicina en una universidad privada. Gracias a Dios y a la Virgen salió en segundo lugar en el examen de ingreso. Me dijo: ‘Mamá en mis vacaciones voy a trabajar como empleada doméstica porque demasiado caro son mis estudios’. Es su sueño ser médica», refirió en contacto con Telefuturo.
Doña Alicia vende choclo, poroto resto, frutas y una variedad de verduras que son frutos de su arduo trabajo.
Fuente: Ultima Hora.