Para Juan Carlos Ramírez Montalbetti, político de amplia trayectoria en el país, debe haber una intervención en la Gobernación del Guairá. Coincidió en que la explotación de oro tiene mucho que ver en el conflicto.
Ramírez Montalbetti, quien fue congresista y ocupó ministerios en varios gobiernos, conversó con radio ABC Cardinal este sábado y opinó que una intervención ordenada por la Cámara de Diputados es la mejor forma de solucionar el conflicto en la Gobernación del Guairá, en donde existen actualmente dos gobernadores tras la aceptación de una falsa nota de renuncia del que fue elegido, Rodolfo Friedmann.
El analista, que actualmente es asesor jurídico de la Municipalidad de Asunción, adelantó que el problema podría extenderse por mucho tiempo en la Gobernación del Guairá, ya que esta no depende ni política ni administrativamente del Poder Ejecutivo. Es por eso que abogó por una intervención de la Cámara Baja.
“No creo que se resuelva en corto tiempo. No es nada fácil lo que se está planteando”, dijo, al tiempo de agregar que lo que sucede en este departamento del país no es solo una cuestión política, sino también social y económica. En ese sentido, coincidió con otros dirigentes políticos sobre el centro de la cuestión: la explotación de oro en Paso Yobái, Guairá.
“Los conflictos en el interior del país no son solamente políticos ni personales, sino económicos. Lo que saltó con el tema del oro es un tema muy importante. Hace años vengo comentando sobre la violación al Estado paraguayo. Tiene asidero. El Estado paraguayo está perjudicado y hay muchísimos cómplices”, aseveró Ramírez Montalbetti.
“Es como el uranio en Yuty, nadie habla de ese tema. Parece que hay un acuerdo de no hablar de esos temas importantísimos. Si rindiera (la explotación) lo que tendría que rendir tendría un valor superlativo para las arcas del Estado. Explotando oro, comercializando oro, a espaldas del único dueño que es el Estado paraguayo, Lampa que es la concesionaria oficial rinde una suma irrisoria (…) En Yuty hay una mina de uranio de altísimo valor científico, pero hay un silencio total. Hay una complicidad del Estado paraguayo. Es una cuestión que tiene que llamarnos la atención”, concluyó.
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