A cinco años: ¿Por qué destituyeron a Fernando Lugo?

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Este jueves se cumplen cinco años del juicio político al ex presidente de la República Fernando Lugo Méndez. Su salida del Gobierno significó que el Partido Colorado recupere el poder tras haberlo perdido en el 2008. La masacre de Curuguaty sirvió a los opositores y aliados como instrumento para iniciar el proceso de interrupción de su mandato. ¿De qué lo acusaron?

«El presidente Fernando Lugo ha incurrido en mal desempeño de sus funciones en razón de haber ejercido el cargo que ostenta de una manera impropia, negligente e irresponsable, trayendo el caos y la inestabilidad política a toda la República, generando así la constante confrontación y lucha de clases sociales, que como resultado final trajo la masacre entre compatriotas, hecho inédito en los anales de la historia desde la Independencia Nacional hasta fecha, en tiempos de paz», señala la conclusión del libelo acusatorio utilizado para destituir a Lugo. Lo sindicaba como cómplice de acción y omisión de estos hechos.

El libelo acusatorio presentado para que el 22 de junio del 2012 fuese destituido Fernando Lugo contaba con 9 páginas. Su aprobación fue rápida, su tratamiento fugaz y la defensa no tuvo siquiera tiempo para preparar una respuesta. La decisión política de tumbar a un Gobierno, electo para administrar el país del 2008 al 2012, se hacía efectiva un año antes de que culminara su mandato.

 

Los cinco puntos;

1- El acto político en el Comando de Ingeniería:

En el mes de mayo de 2009, se realizó una concentración política en el Comando de Ingeniería de las Fuerzas Armadas. El izamiento de banderas del Che Guevara y el discurso de la lucha de clases por parte de Camilo Soares, entonces ministro de Emergencia Nacional, fueron considerados como los peores desaciertos del Gobierno de Lugo.

El libelo lo acusó de «avalar, instigar y facilitar» este tipo de encuentros internacionales con la participación de varios funcionarios del Gobierno.

2- Caso Ñacunday (Lugo recibe a líderes sintechos):

Fernando Lugo fue acusado de instigar las invasiones en la zona de Ñacunday, Alto Paraná. El entonces mandatario fue reprochado por no ordenar la represión a los ocupantes de las tierras privadas.

Además se cuestionó que mientras en dicha zona se daban conflictos y aumentaban las invasiones, Lugo se mostraba abierto a conversar y recibía a los supuestos invasores. Para la acusación esto significaba un apoyo incondicional a las invasiones de propiedades privadas.

3- Creciente inseguridad:

El ex presidente fue acusado por no haber implementado políticas para combatir efectivamente la creciente inseguridad. Aseguraban que los resultados en el combate contra el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) no fueron satisfactorios, a pesar de los recursos destinados.

«Nunca antes la Policía Nacional tuvo tantas víctimas cobardemente asesinadas por los integrantes del EPP», afirmaba el escrito. Además aseguraron que Lugo tenía vínculos con secuestradores.

Asimismo, se cuestionó que el Gobierno pretenda tratar de «igual» a los policías y campesinos muertos durante la masacre de Curuguaty, ya que los acusadores afirmaban que los agentes de seguridad fueron asesinados por los labriegos.

«Mientras los familiares lloran sus muertos, Fernando Lugo debe estar reuniéndose con los cabecillas e instigadores de los sucesos de Curuguaty», acusaban.

4- El Tratado de Ushuaia II:

El 20 de diciembre del 2012, Fernando Lugo firmó en Montevideo, Uruguay, el Tratado de Ushuaia II, documento que fue suscrito por presidentes de la región como una medida para protegerse unos a otros, en defensa de la democracia.

Según el libelo acusatorio, esto facultaba a los demás países incluso a cortar el suministro de energía eléctrica a la República del Paraguay.

5- La masacre de Curuguaty:

El 15 de junio del 2012, seis policías y once campesinos murieron durante un enfrentamiento en el marco de un supuesto desalojo en la zona conocida como Marina Cué, Curuguaty, Departamento de Canindeyú.

Según el documento, no se necesita probar que Fernando Lugo es responsable político y penal de la muerte de 17 personas en Curuguaty. Alegaron que su inacción e incompetencia llevaron a esta acción.

Los diputados ya condenaron a los campesinos como autores de la masacre. Entonces ya se afirmaba que no fue algo que surgió esporádicamente. «Fue una emboscada a las fuerzas de seguridad, algo premeditado, producto de un plan debidamente concebido, planificado y llevado a la práctica, gracias a la complicidad e inacción de Fernando Lugo», aseguraban.

El acusatorio responsabilizó de este hecho a Fernando Lugo y a su ministro del Interior Carlos Folizzola.

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