Un análisis de las encuestas y los resultados oficiales de las elecciones muestra que nunca antes las encuestadoras dieron pronósticos tan errados. La mayoría de los sondeos erraron por más de 20 puntos.
Para conocer qué tan equivocadas estuvieron, se tomaron las diferencias que daban los pronósticos entre los dos principales candidatos y las diferencias finales entre ambos candidatos en los resultados de las elecciones.
Así, se puede observar que si bien las encuestas de los últimos diez años tuvieron sus aciertos y errores, nunca antes erraron por más del 20% como en el 2018. La empresa First Análisis y Estudios falló en su pronóstico por el 22,6%; Grau & Asociados por el 20,6%; ICA por el 27,7% y EcoDat por el 20,7%.
Por su parte, la encuestadora que mejor parada quedó en estas elecciones, a pesar de errar quién sería el ganador, fue Ati Snead, que apenas tuvo un error del 5,4%, tomando los resultados del TREP.
Comparando con elecciones anteriores, la empresa ICA, de Enrique Taka Chase, viene de una seguidilla de errores importantes desde las municipales del 2015.
AFECTAN. Guillermo Cabral, un paraguayo que está realizando un doctorado en Economía en la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, publicó en las semanas previas a las elecciones varios artículos señalando inconsistencias de las encuestas. Finalmente, su predicción sobre el error de la mayoría de los sondeos se confirmó.
«Después de estas elecciones, diría que pasó algo único que merece una reacción fuerte, no podemos dejar pasar», aseveró, al tiempo de indicar que las bocas de urnas también tuvieron graves errores. Por otro lado, destacó que si bien no fue tomada en serio por muchos sectores, Ati Snead fue la que mejor trabajo hizo en los sondeos y las bocas de urnas.
«Mucha gente dice que las encuestas no deberían afectar los resultados, porque la gente debería votar a quien quiere. Eso es algo ideal y está bien, pero existen experimentos hechos y todos concluyen lo siguiente: Las encuestas afectan a la gente, la gente tiende a sumarse al equipo ganador, si el margen es muy alto la participación tiende a ser baja. Entonces, tienen un efecto las encuestas», comentó.
«Técnicamente cuesta creer que esto se deba a un error aleatorio estadístico. (…) La posibilidad de que una encuestadora dé un error tan grande era casi imposible, que cuatro se equivoquen de la misma forma, con la misma magnitud, es imposible», concluyó Cabral.
Para conocer los detalles de todas las encuestas analizadas en esta nota, puede acceder al siguiente link: https://drive.google.com/file/d/1YrU-93aptCPP2Pri-PMCAV4IdWUrrx3S/view?usp=sharing
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