Las fuerzas de seguridad españolas se encuentran valorando nuevos indicios sobre el caso de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez, desaparecida el día de Año Nuevo en la isla de Lanzarote. Por el momento, se suspendió la búsqueda.
Las fuerzas de seguridad españolas suspendieron este jueves la búsqueda de la paraguaya Romina Núñez en la isla de Lanzarote, para valorar nuevos indicios sobre el caso.
Entre ellos figura un posible rastro de la mujer en el automóvil de alquiler que su marido, Raúl Díaz, empleó para transportar su cadáver y arrojar los restos en varios puntos de la costa canaria, según su propio testimonio.
Fuentes de la investigación informaron a Efe de que el perro que ayuda en las pesquisas policiales marcó un rastro de la mujer paraguaya en una de las inspecciones del vehículo, lo que ahora es preciso corroborar.
El animal, uno de los mejores de ese tipo con que cuenta la Guardia Civil española (cuerpo de seguridad), ya ayudó a encontrar a otras personas que habían desaparecido y habían muerto de manera violenta.
La Guardia Civil tiene prevista una inspección más detallada del coche de alquiler entre este jueves y viernes.
El cónyuge de Romina Celeste cumple prisión preventiva desde este miércoles con cargos de homicidio o asesinato y malos tratos habituales cometidos contra su esposa.
El sospechoso mantiene que él no mató a su mujer, sino que se la encontró ya fallecida al regresar a casa de madrugada en Año Nuevo, se asustó y decidió que lo mejor para él era desprenderse del cadáver.
Primero intentó quemar el cuerpo en el jardín de la vivienda y luego lo arrojó al océano Atlántico, según confesó a los agentes.
Esa versión todavía no fue confirmada con el hallazgo del cuerpo, a pesar de que varias unidades de la Guardia Civil rastrean desde el lunes los puntos de la costa señalados por Raúl Díaz. Mientras, señalan las fuentes, se sigue trabajando para averiguar cómo murió.
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