Invernaderos instalados por el MAG no sirven para proteger de heladas

1438

Productores de la Colonia Yguazú perdieron cultivos enteros de tomate y locote pese a contar con el invernadero de “sistema israelí” financiado por el MAG, mientras otros, con invernaderos rústicos, pero con materiales más resistentes a la entrada de aire frío, lograron mayores niveles de protección.
Federico Fernández Bobadilla es uno de los productores que perdieron toda su producción, unas 1.200 plantas de tomate, pese a contar con un invernadero “sistema israelí”. Explicó que aunque el techo es el ideal, en los costados solo llevan malla antiáfida, que tiene diminutas aberturas que permite la entrada de aire frío. Su finca está a 2 km de la Ruta 7, en la compañía Yukerí, lado Monday.

Otro que cuenta con esta instalación tipo “israelí” es Roberto Vera Paniagua, del km 49, quien contó que perdió una parte de su producción de tomate porque las plantas ya eran muy altas y llegaban hasta muy cerca del techo del invernadero.

En contrapartida, varios productores que poseen invernaderos rústicos pudieron salvar sus cultivos. Uno de los casos es el de Lucio Ayala Núñez, del km 60 de esta localidad, quien salvó 1.000 plantas de tomate. Él refirió que pese a contar solo con el techo, cubrió los costados con cobertura plástica y enterró los bordes inferiores de manera que no penetre el aire.

Por su parte, Gaspar Vázquez, que tiene 50.000 plantas de locote e igual cantidad de tomate, y también utiliza invernadero rústico, dijo que todo depende de la calidad y el espesor del plástico.

En ese sentido, el especialista en horticultura Ing. Reinaldo Leguizamón dijo que aquellos que tienen cobertura plástica de 100 micras igual fueron perjudicados, pues el aire frío penetró de igual manera. “Tres factores influyen en las pérdidas. Por un lado el espesor de las carpas, que es de solo 100 micras; y por otro lado, que no se cubren los bordes inferiores de las ‘paredes’ con tierra, y penetra gran cantidad de aire frío. También la altura del invernadero influye: debe ser de 3 metros en los costados y 4 metros en el centro”, explicó.

El profesional añadió que un factor no menos importante es que los horticultores no están habituados a medir temperatura con el termómetro, o sea que claramente falta capacitación en el manejo de un invernadero.

Material del MAG

El productor Luis Bobadilla, del km 59 de este distrito, es otro horticultor que instaló un invernadero “sistema israelí”, de 10 por 51 metros. Pese a tener el tamaño y la altura ideal, no resistió a las heladas. Según dijo, es porque en los costados cuenta con la malla antiáfida que es permeable al viento, lo que perjudicó toda su producción de unas 1.100 plantas de locote que tenía bajo el mismo.

Señaló que el invernadero es justamente del crédito 70/30 del MAG, y la infraestructura fue construida a través del mismo Ministerio, debiendo pagar G. 7.000.000 anuales. El productor dijo que cuando le instalaron, le aseguraron que era resistente a las heladas, lo que para su sorpresa y decepción, no resultó así.

COMENTARIOS