Pese a que la sequía vuelve a causar preocupación, las perspectivas sobre el PIB para el 2023 se mantienen en terreno positivo, según analistas. El 2022 cerró con desaceleración en la economía.
La sequía que tuvo un fuerte impacto negativo en el primer semestre del año, la elevada inflación y el duro escenario global fueron los motivos principales que llevaron a que la economía local cierre un complicado 2022. Para este año, pese a que la actual falta de lluvias vuelve a causar cierta preocupación para la producción agrícola, las expectativas son de retomar un crecimiento económico más vigoroso, según refieren analistas consultados por Última Hora.
Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), indicó que el año 2022 para nuestro país fue parte de la “interminable transición” de la era pospandemia y que la esperanza para este año es que la situación se normalice. En ese sentido señaló que si bien la escasez de lluvias ya fue empujando a recortes en las estimaciones iniciales sobre la producción particularmente de soja, el escenario no apunta a ser tan negativo como el del año pasado. “Es una base interesante sobre la cual se va a empezar a tener mayor actividad económica, a eso hay que sumar que si bien estamos golpeados por la cantidad el precio está muy bien, entonces eso ayuda a compensar”, manifestó.
Por su parte, César Barreto, ex ministro de Hacienda, comentó que hay que esperar a ver cómo se presentan las lluvias en los próximos 30 días que son críticos para la producción y cosecha de la soja. “Hay alguna escasez de lluvia en algunas zonas que afectará en algo, pero la severidad del impacto lo veremos en próximas semanas. Nosotros habíamos utilizado una estimación de cosecha de 9 millones de toneladas en las proyecciones del PIB para 2023, con lo cual proyectamos un crecimiento del 6,5%”, refirió.
dispar. Por su parte, Manuel Ferreira, también ex ministro de Hacienda, apuntó que si bien se espera una expansión del producto el año que viene, cabe resaltar que la dinámica no será igualmente positiva para todos los sectores económicos. “El que más va a distribuir el impacto (positivo) en otros sectores es el agrícola, pero en los otros sectores vemos una dinámica distinta, sobre todo cuando miramos los sectores más urbanos, donde el impacto de servicios y comercial es importante, ahí vemos retracciones”, sostuvo.
Rebote del PIB, pero no para todos
Un análisis dado a conocer por la consultora Mentu, firma liderada por el economista Hugo Royg, coincide en que la dinámica económica para el 2023 apunta a ser positiva y a concretarse un rebote respecto a un magro resultado de 2022, aunque también indica que las perspectivas no son auspiciosas para todos los segmentos de la economía local.
Puntualmente, sobre la ganadería refiere que la actividad se vería impactada por la menor oferta de animales debido a la reducción del hato, aunque, por otro lado, la apertura a nuevos mercados podría compensar el desempeño del sector por mejores precios.
En cuanto a la construcción, se contraería por la menor ejecución de obras públicas debido al año electoral y a la culminación del plan de reactivación económica. En este bloque, el crecimiento sería impulsado por el sector privado principalmente, según resalta el análisis. En lo que respecta a la producción eléctrica de nuestro país, se estima un repunte por la mejora en el caudal hídrico principalmente del río Paraná. A su vez, Mentu refiere que el comercio se beneficiaría del incremento de la actividad y de la moderación de la inflación, entre otros.
Fuente: Ultima Hora
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