Contraseñas como 123456 y password (contraseña, en inglés) continuaron como las más usadas en el 2017, pese a que son consideradas como las más inseguras y fáciles de hackear. Otras se sumaron a la lista.
Esta lista, que llega hasta las 25 más empleadas en EEUU y Europa, evidencia que la seguridad es algo que empieza por uno mismo y que, por mucho que Facebook, Google, Apple o Microsoft se empeñen en ello, la responsabilidad final está en el usuario.
Las primeras en la lista fueron casi las mismas, pero se sumaron otras, como ‘letmein‘ (‘déjame entrar’, traducido al español), 123456789 (que por alguna razón no se empleaba tanto como sus otras variantes más breves) y ‘iloveyou‘ (‘te quiero’, traducido). Otras destacadas son ‘qwerty‘, ‘football‘ o ‘starwars‘.
En líneas generales, los expertos señalan que una contraseña de 12 caracteres o más es el mínimo para empezar a tener cierta seguridad. A su vez, hay que evitar hábitos, como utilizar nuestro nombre, lugares muy comunes (Madrid, París, Londres) o palabras parecidas en dichas contraseñas.
Por último, mezclar letras, números, minúsculas, mayúsculas y símbolos también es algo casi obligatorio. Con estos elementos, el usuario logra una mayor seguridad.