Sencillo, sonriente, carismático, futbolero y apasionado, la otra cara de un gran campeón: Nasser Al-Attiyah.
Una mesa y dos sillas rodeadas de dos grandes sofás nos aguardaban en una improvisada, pero coqueta sala de prensa en el Hotel Paramanta de Asunción. El ambiente era tranquilo al filo de las 11.00 de este jueves y una amena conversación con el diplomático Mohamad Kaied, quien amablemente ofició de traductor, acompañaron los minutos de espera.
«Está en una reunión, viene en 5 minutos», dijo Kaied, mientras los compañeros del Diario Última Hora y D10 ultimaban todos los detalles de equipos. Casi sin anunciar, como «Juan por su casa» entró a la sala Nasser Al-Attiyah, jeque de Qatar y deportista 100%. Ganador de la medalla de bronce en Tiro Deportivo en Londres 2012 y con un extenso palmarés como piloto de rally.
Con una gran sonrisa y una humildad no vista muchas veces entre los hombres que ostentan una importante cantidad de dinero, se aprestó a ocupar su asiento junto a Mohamad. Si había algo de nerviosismo antes de la nota, se fueron en el momento en que Attiyah comenzó a hablar con una serenidad que contagiaba.
Si bien el idioma era una barrera, su mensaje llegaba con claridad gracias a la voz del traductor. La personalidad de Nasser despertaba mucha más curiosidad que los objetivos que pudiera tener en la presente edición del Dakar.
Unos 20 minutos bastaron para entender que la pasión por los motores, el fútbol y el deporte en general inspiran y mueven la vida de este hombre que a sus 42 años promete volver al país para correr el Transchaco Rally y además alentar a la Selección Paraguaya de Fútbol en el Mundial de Qatar en el 2022 (Si es que llegamos a clasificar).
Entre risas y bromas, nos mostró una gran cicatriz en la pierna derecha, «un recuerdo» que le dejó la práctica del fútbol a este delantero nacido en Qatar. La magia de Ronaldinho, la técnica de Rivaldo y los goles de zurda de Chilavert quedaron guardados en la retina de Nasser, quien reconoce su admiración por todos los futbolistas en actualidad, pero no tiene ningún favorito.
Antes de cerrar la breve charla, el piloto pide un trago de tereré, como si fuera un paraguayo más. Un buen sorbo acompañado de otro más corto y una expresión simple expresión: «Fantastic», resume las sensaciones del qatarí tras disfrutar de la tradicional bebida paraguaya.
El Dakar comienza a acelerar los corazones de los fanáticos y el 1 de enero se vivirá una fiesta histórica en la Costanera de Asunción. Muchas historias acompañan a los 491 competidores, que desde el 2 de enero iniciarán su largo periplo a Buenos Aires. Hoy solo quisimos mostrar la otra cara, detrás del piloto y su máquina. La cara de un gran campeón.
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