Olimpia superó por 1-0 a Cerro Porteño en el Defensores del Chaco y además de disfrutar una victoria sobre el rival de siempre, sigue en lo más alto y es el único que no conoce de derrotas. Olimpia, dueño del clásico, de la cima y del invicto.
En una tarde calurosa, Olimpia y Cerro Porteño protagonizaron una nueva edición, la 298ª, de la máxima fiesta del fútbol paraguayo. Los rivales de siempre, los dos más grandes, los dos con más seguidores, se vieron frente a frente en el Defensores del Chaco.
Este partido encontró al Decano en la cima de forma invicta y a un Ciclón sin poder despegar en el torneo. La presencia de William Mendieta fue duda franjeada hasta el día del cotejo y el azulgrana Marcelo Palau arrancó por primera vez de titular.
El inicio fue intenso, atractivo. Olimpia tuvo un par de insinuaciones por la banda derecha del ataque con Sergio Otálvaro y Mauricio Cuero, Cerro Porteño buscó ganar el sector medio con Rodrigo Rojas, Juan Aguilar y Marcelo Palau.
Luego de varios centros al área decana, una mano clara de Juan Patiño a los 12’ le dio a la visita la gran chance de ponerse en ventaja en el marcador, mas el tiro penal de Diego Churín fue desviado por Alfredo Aguilar.
No obstante, el grito de gol no tardó en llegar a Sajonia y fue para alegría decana. A los 19’, Néstor Camacho, desde fuera del área, sacó un disparo preciso que se metió en la portería de Antony Silva.
El Ciclón se desordenó, sintió el tanto y también el penal desperdiciado. El Decano creció en su juego y continuó encontrando huecos en la zona izquierda de la defensa cerrista.
Olimpia escondió la pelota, la movió a placer y buscó sorprender a la última línea azulgrana con balones filtrados o largos. Así, Brian Montenegro tuvo en sus pies el segundo a los 31’, pero Silva lo evitó.
Recién a los 34’, y de tiro de esquina, Cerro Porteño pudo acercarse al arco local. El frentazo de Cristian Insaurralde no pasó lejos de la portería decana. El Ciclón se fue adueñando de la posesión, propuso el juego y ganó terreno; el Decano lo esperó y apostó por el contragolpe.
El dominio azulgrana fue improductivo, los avances por las bandas de Jorge Rojas como de Insaurralde no tuvieron buen final. El primer tiempo se acabó, Olimpia se marchó tranquilo, sin que su ventaja estuviera en peligro; Cerro Porteño, por su parte, con mucho por mejorar para cambiar el trámite.
El complemento volvió a tener a los mismos protagonistas que terminaron la primera fracción. El Ciclón tomó la iniciativa, probó remates al arco tanto de pelota quieta como en movimiento, A. Aguilar se mostró seguro.
Los entrenadores movieron sus piezas, Insaurralde salió por cuestiones tácticas y Mendieta por una molestia. Pasaron los minutos, el trámite seguía igual, pero se comenzó a sentir la parte física.
El ingreso de Alfio Oviedo en Cerro Porteño, y el de Darío Verón en Olimpia denotaron las intensiones de los estrategas: Luis Zubeldía sacrificó un extremo para darle compañía a Churín y Daniel Garnero sacó un volante ofensivo con el deseo de cerrar el cotejo.
En su primera participación importante, Oviedo despidió un remate cruzado que exigió a A. Aguilar a los 69’. Sin fuerza por las bandas, debido a los cambios, el Ciclón quedó sin ideas y equivocó los caminos.
Luego de varios minutos, Churín bajó un balón para que Oviedo lo envíe al arco. Nuevamente A. Aguilar acalló el grito cerrista a los 79’. De a poco, Olimpia se iba sintiendo ganador del clásico ya que el empuje azulgrana resultaba insuficiente para alterar el tanteador.
El grito triunfal se desató cuando Mario Díaz de Vivar pitó el final. De esta manera, el Decano se quedó con el clásico, continúa en la cima del torneo y es el único equipo que aún no perdió en el torneo.
En la siguiente fecha, el líder invicto Olimpia, que tiene 16 unidades, visitará al 3 de Febrero. Cerro Porteño, antes de recibir a Independiente por el Apertura, deberá oficiar de local contra Defensor Sporting por la Copa Libertadores, torneo en el que es puntero de su grupo, mientras que a nivel local solo tiene seis, en igual cantidad de partidos.
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