La Cámara Baja postergó ayer el tratamiento de la reforma del Estado, que apunta a recortar privilegios y exorbitantes salarios en los tres poderes. Para el senador Sergio Godoy está bien tomarse el tiempo, aunque no muy largo, mientras para Stephan Rasmussen es decepcionante seguir dilatando.
En la sesión extraordinaria de ayer martes, la Cámara de Diputados resolvió posponer por tres semanas el estudio del proyecto de reforma de los tres poderes del Estado, bajo el argumento de que se requiere tiempo para leer cada punto.
“Decepcionante que se haya postergado el tratamiento de este proyecto de ley cuando tanto se trabajó desde la Cámara de Senadores, espero que se trate en la brevedad posible, el mensaje y el contenido de la ley es muy claro, cortar los privilegios excesivos que tienen las altas autoridades del sector público”, opinó el senador Stephan Rasmussen, en conversación con radio Universo.
Por su parte, el ideólogo del plan, Sergio Godoy, consideró que si el espíritu de esta postergación es aportar mejoras a la eficiencia del gasto público y comprender los alcances de la propuesta, es correcto aguardar.
“Me parece excelente que nos tomemos un tiempo, pero no muy largo”, afirmó el legislador de Honor Colorado.
El proyecto cuenta con tres ejes principales: tope salarial a toda la función pública, gastos innecesarios y la limitación de contratación de parientes en el Estado.
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