VIRAL | Hombre fingió más de 20 infartos para no pagar cuentas en restaurantes ‘finos’

359

El acusado es un hombre de 50 años, quien fue capturado por segunda vez en un año. “Se hacía pasar por un típico turista ruso”, aseguraron.

Un hombre de 50 años, oriundo de Lituania, fue detenido en un restaurante de  España por fingir un infarto más de 20 veces en diferentes ocasiones para no pagar la cuenta.

El acusado, identificado como Aidas J., vive en Alicante y se hacía pasar por un “típico turista ruso” mientras llevaba a cabo su plan antes de que lo descubran.

Aidas fue detenido por primera vez en noviembre del 2022 por sus estafas y hace un mes, el 19 de septiembre, lo volvieron a agarrar.

Su último objetivo fue El Buen Comer, un restaurante en el distrito histórico de la ciudad en el cual pidió una lujosa cena: una paella de mariscos y dos whiskies que costaron casi 40 euros. Al finalizar su comida, el hombre intentó irse pero un empleado lo detuvo a tiempo y le dijo que no se podía ir sin pagar.

El “gastrojeta”, como lo apodan los medios de dicho país, le contestó que tenía que volver al hotel para buscar más plata ya que lo que tenía encima no le alcanzaba. De un instante a otro, dijo que se estaba empezando a sentir mal y, acto seguido, se desplomó en el piso mientras le “daba un infarto”.

Fue muy teatral, fingió desmayarse y se tiró al piso”, comentó Moisés Doménech, el dueño del restaurante, en diálogo con The Sun.

Al darse cuenta del engaño, el personal del establecimiento llamó a la policía, quienes lo reconocieron de inmediato por sus arrestos anteriores: no era la primera vez que lo hacía, sino que ya había aplicado la misma estrategia unas 20 veces.

Uno de los agentes policiales que detuvo a Aidas en reiteradas ocasiones dijo que cada vez que llegan a la comisaría, él siempre sonríe porque no le importa pasar un par de días encerrado.

Como el total de lo que gastó en los bares que estafó no era mucho, no le pueden dar una condena muy larga ya que se trata de “delitos menores”.

Un abogado le explicó al medio británico que, a pesar de que varios locales gastronómicos se unieron para realizar una denuncia penal, es inútil continuarla. “Se ha aprovechado del sistema judicial, con multas impagas tan pequeñas es difícil conseguir una pena de prisión más larga”, concluyó.

COMENTARIOS