Una buena salud es la base de una vida plena y feliz. Tener a la madre viva es el mayor tesoro que alguien puede poseer. Por eso, la cartera sanitaria recuerda la importancia de los chequeos médicos preventivos para detectar a tiempo cualquier enfermedad.
Estudios como la mamografía, el papanicolau y chequeos generales son indispensables al menos una vez al año para garantizar una buena salud y a la vez detectar tempranamente cualquier enfermedad para tratarla con altas posibilidades de cura.
El cáncer de mamas es uno de los males mortales que puede atacar a cualquier mujer sin importar su condición sanitaria. La mamografía y el autoexamen de los pechos son fundamentales para la prevención.
Si se nota un bulto, acompañado o no de dolor, la piel de la mama enrojecida o parecida a una cáscara de naranja, es necesario buscar atención médica inmediata. La frecuencia de la autoexploración es una vez al mes, a una semana del inicio de la menstruación. Quienes estén en la menopausia deben asociarla a un día del mes.
En tanto, las de 40 años en adelante necesitan una mamografía una vez al año. Quienes tengan antecedentes familiares requieren de este estudio mucho antes.
La autoexploración debe realizarse una vez al mes, a una semana del inicio de la menstruación. Las mujeres que están en la menopausia deben asociarla a un día del mes. Las mujeres de 40 años en adelante, deben hacerse la mamografía ya que con ella se pueden detectar indicios de su existencia.
Por otro lado, el papanicolau también debe efectuarse una vez al año, sin importar que existan o no molestias ginecológicas. Con este estudio es posible detectar precozmente un cáncer curable.
El PAP es gratuito en todos los servicios de salud del país, desde las Unidades de Salud de la Familia hasta los hospitales especializados.
Si tu madre no se realiza estos estudios anualmente, acompañarla y llevarla puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
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