Forman parte del Calendario Nacional de Vacunación y aquellas personas que pertenecen a los llamados grupos de riesgo pueden vacunarse de forma gratuita, en hospitales y vacunatorios públicos.
La gripe es una infección viral que se caracteriza por la aparición de fiebre alta, dolores musculares, cefalea y malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y secreción nasal. La gripe se cura, pero en personas con condiciones de riesgo, puede generar complicaciones graves, requerir internación y provocar la muerte.
La principal herramienta para la prevención de formas graves de la gripe es la vacuna antigripal. Existen otras medidas complementarias que se deben adoptar para evitar la diseminación de la enfermedad, como el lavado frecuente de manos, cubrirse la boca con el codo al toser o al estornudar, ventilar bien los ambientes, mantener las superficies limpias y no fumar.
La gripe comparte síntomas muy similares al COVID-19. En este contexto de pandemia resulta vital la vacunación antigripal.
Acerca de la neumonía y la vacunación antineumocócica
La neumonía es una infección de los pulmones causada principalmente por el virus de la gripe y por una bacteria llamada neumococo.
Los síntomas más frecuentes son: dolor en el pecho con dificultad al respirar, fiebre alta, escalofríos o temblores, sudor excesivo, fatiga, tos con o sin expectoración amarilla que persiste o empeora.
Hay vacunas que pueden prevenir las causas más frecuentes de neumonía, como la vacuna antigripal y las vacunas contra el neumococo. Tienen indicado recibir ambas vacunas los niños menores de 2 años, las personas de 65 años y mayores y las personas entre 2 y 64 años con condiciones de riesgo.
Fuente: Infobae
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