Foto ilustrativa.
Las condiciones climáticas muy frías disminuyen el flujo sanguíneo en la piel, favorecen la sequedad y disminuyen su elasticidad. Debido a esto, los pacientes con psoriasis deben tener especial cuidado, ya que son propensos a empeorar en esta época del año.
“El frío, la calefacción y el aire acondicionado resecan la piel, contribuyendo al desarrollo de brotes en los pacientes que conviven con la psoriasis”, expresó la dermatóloga María Paz Fabio.
Los cuidades deben ser permanentes, pero con especial énfasis en los días fríos y en las temporadas de cambio de estación,, con el tratamiento estricto y la limpieza adecuada de la piel.
Recordó la importancia de que cada paciente reciba un tratamiento acorde a la severidad de su caso y no simplemente a nivel genérico. No obstante, las opciones que existen actualmente son los tratamientos tópicos, la fototerapia, la terapia sistémica, y la terapia biológica.
La psoriasis se manifiesta principalmente en la piel en forma de lesiones rojas, cubiertas por escamas blancas.Puede aparecer a cualquier edad, sin distinción de sexo, inclusive en niños pequeños.
Es una enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmune, que no se contagia y si bien existe una predisposición genética, existen factores que actúan como desencadenantes, por ejemplo, el estrés, las infecciones, algunos medicamentos y traumatismos en la piel. Además, el consumo de alcohol, tabaco. Las patologías como obesidad y/o la diabetes empeoran su curso.
Al afectar estéticamente al paciente, la psoriasis puede derivar en la depresión y repercutir en la calidad de vida de la persona. Además puede manifestarse con síntomas gastrointestinales, estar presente en las uñas, afectar las articulaciones, los ojos, el aparato cardiovascular, hasta el metabolismo.
Fuente: HOY
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